Al salir de Cuarto Medio, el fantasma de la cesantía se hizo presente, en la primera de sus tantas visitas que me haría en los años posteriores. Por eso siempre me tomo el asunto de la "desocupación" como quien observa una nube negra en el cielo y sabe que pronto el sol la disipará. Noten que escribí la palabra desocupación entre comillas, y es porque soy un convencido de que aunque uno no posea un trabajo remunerado, eso no significa que no pueda estar preparándose académica e intelectualmente durante esas lagunas monetarias...
Aquí les dejo algunas fotos de aquella época de la primera cesantía...gracias a ello, descubrí que mi talento del dibujo podría sostenerme algo más que para los gastos básicos: hasta la actualidad, ni siquiera llevo el listado de todos los murales y las pinturas infantiles que he hecho en Osorno, Valdivia, Ancud. Punta Arenas, Puerto Montt, y otros tantos lugares...
Obviamente, cuando comencé a hacer clases, estas experiencias fueron clave, para acceder al corazón y la mente de muchísimos alumnos...
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